Anne Cauquelin rastrea en la filosofía occidental la idea de otros mundos fuera del nuestro, llamado "real". Bajo este presupuesto, la autora lleva al lector a distinguir cuál es el marco de cualquier reflexión artística y “estética”, especializada o vulgar, en el mundo “real” y en el “virtual”. En el libro analiza tanto los argumentos aristotélicos que perviven en nuestro modo de pensar, como la teoría fundadora del mundo único, geocéntrico, a partir principalmente del Tratado del cielo de Aristóteles, así como sus influencias en las “visiones” de la Antigüedad y de los teólogos medievales, los neoplatónicos del Renacimiento, hasta el mundo (único) de Descartes.