Lejos de la epopeya que desde siempre nos han enseñado entre aulas y conmemoraciones, las independencias hispanoamericanas no necesariamente representaron el surgimiento esperado y justo de la nación. En el caso venezolano, el proceso que dio cuenta del colapso del orden colonial y condujo a una forma republicana de existencia, fue dramático y violento, con mayor énfasis en sus primeros años. Esta investigación se aproxima a esos acontecimientos sosteniendo que lo sucedido por entonces forma parte indefectible de la dinámica de la sociedad colonial y del cese de su eficacia, oponiéndose al relato nacionalista que continúa viendo en ello el advenimiento de libertades e igualdades. El trabajo se despliega sobre un planteamiento analítico decisivo: antes que un efecto de la modernidad, la independencia fue un proceso histórico y social propio de los contextos donde tuvo lugar, y en ello se detiene el estudio al tratar el caso venezolano.