Los continuos avances que se producen en la atención del paciente grave han conducido a aplicar técnicas de soporte o de sustitución de órganos vitales o de funciones, de forma cada vez más amplia, con el fin de mejorar la supervivencia de estos pacientes. Las técnicas de depuración extrarrenal se utilizan cada vez con más frecuencia y en un número mayor de indicaciones. Estas abarcan un amplio abanico de enfermedades tanto agudas como crónicas como pueden ser las intoxicaciones, la disfunción hepática en situaciones especiales como con la cirugía cardíaca, vasculitis y enfermedades inflamatorias o patología neuromuscular. Por otra parte, estas técnicas no sólo se emplean en el mantenimiento del paciente durante la situación de disfunción orgánica, también se utilizan en profilaxis de fracaso multiorgánico, a la que se dedica una atención especial. El texto propone revisar cuál es el estado y las perspectivas de futuro de esta situación. Para ello se cuenta con un grupo de reconocidos expertos en la materia que valoran los aspectos relevantes de esta práctica asistencial.