La transición con minúscula, como prefiere el autor está siendo reconstruida desde diversas perspectivas que, mirando hacia atrás, interpretan cómo ocurrió y lo que significó, pero corren siempre el peligro de dejarse llevar por la fragilidad de la memoria o por la tentación de adaptarlo a lo que el presente reclama. Desde el consenso constitucional ha habido periodistas que, con una actitud crítica con el poder, sin renunciar a la libertad de información, han analizado los acontecimientos y sus implicaciones en el contexto. Bonifacio de la Cuadra es uno de ellos; desde 1976 ha ido retratando la actualidad política, recogiendo el significado que adquirió cada hecho en aquel momento. Recurriendo a esta perspectiva se puede comprender cómo se ha ido configurando un sistema político endeble, de papel, y los cambios que han sucedido durante estos casi cuarenta años de democracia: se ha pasado de la admiración hacia aquellos partidos, tan bien recibidos tras años de prohibición, a la desconfianza; la monarquía, que se consideró pieza esencial para la salida del franquismo, nos hace ya reclamar la República; los derechos humanos la joya de la corona constitucional se han quedado a mitad de camino, en aquel papel.