A pesar de reconocer un contexto adverso, los planteamientos decrecentistas se van abriendo camino y cada vez hay más prácticas que caminan por esta senda, incluso sin definirse como tales. Muchas experiencias de cooperativas de producción, de consumo, en gran medida los postulados y prácticas de la soberanía alimentaria, o nuevas ideas de economía social y de colaboración que plantean, a su vez, nuevos modelos de relaciones laborales, sociales y económicas más justas, ecológicas e igualitarias aportan desde la crítica profunda al sistema en generar alternativas al mismo.