La confrontación entre el material ofrecido por los cronistas y el procedente de las excavaciones arqueológicas, pone en evidencia que nos encontramos ante comunidades distintas entre sí pero unidas por una misma visión del mundo, pues el modelo que de la fase arcaica pasa a la preclásica, productora ya de Teotihuacán, es común a todos los lugares en los que se realizaron exploraciones e igualmente a muchos de los que sobrepasan los límites de la Meseta Central, tanto al sur como al este.