Cada ciudad tiene sus propios rasgos significativos. Algunas incluso tienen una tipografía propia que las distingue. En la base de la columna de Trajano, en el centro de Roma, se encuentra uno de los ejemplos de tipografía más refinados e influyente en la escritura occidental, un tipo de letra que, con el paso del tiempo, se ha dado en llamar Trajana. En Londres, la tipografía Johnston y su secuela la Gill Sans se encuentra en multitud de rótulos. Nueva York se asocia con la tipografía Helvética que utilizó Maximo Vignelli para la señalización de su Metro. Salamanca pertenece a ese selecto grupo de ciudades con una tipografía propia, que se ha utilizado tanto en la rotulación de edificios y locales comerciales como en empresas. Pero Salamanca posee además otro rasgo significativo: el vítor. A medio camino entre una palabra y una imagen, el vítor es un ejercicio que aporta datos de un interés notable. Con ocasión de los actos de celebración del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca se publica este libro, que trata del vítor, pero que también ha planteado el reto a distintos creadores contemporáneos (diseñadores gráficos y artistas) de recrearlo. Interpretan el vítor en clave contemporánea Andreu Bernal, Pepe Gimeno, Lorenzo Gómez, Gráfica Futura, Fernando Gutiérrez, Enric Jardí, Luis Mayo Vega, Sonia Sánchez, Rafa Sañudo y Miquel Barceló.