La aplicación de criterios que priorizan las relaciones mercantiles no solo en la economía sino también en el conjunto de la sociedad, somete a las reglas del mercado ámbitos que se reservaban a la gratuidad y la solidaridad entre las personas, como es el caso del cuerpo humano. Este libro desentraña cómo es posible que, transcurrido más de medio siglo desde la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se acepte la comercialización del cuerpo humano, de sus partes y componentes. Por ello los autores, con un enfoque bioético y desde diferentes perspectivas, apuestan por una reorientación de las acciones que, cada vez en mayor medida, atentan contra los principios de justicia global y respeto a los derechos.