FRANCISCO DE HOLANDA, pintor y humanista, nació en Lisboa en 1517 y está considerado como uno de los más relevantes exponentes de la difusión de la estética renacentista en la península y, aunque fuera pintor de corte en Lisboa, su influencia fue principalmente ejercida a través de sus escritos. En 1548 terminó Da pintura Antigua, su obra de mayor consistencia en la que da muestras de su saber enciclopédico, y con la que intenta demostrar que la pintura es la más completa y difícil de todas las artes. La segunda parte, El diálogo de la pintura, son cuatro diálogos en los que debate con Miguel Ángel, Clovio, etc., sobre las teorías artísticas. Ceán Bermúdez calificó a este libro como la mejor obra sobre pintura escrita en España.