Esta obra relaciona el problema de la modernidad en Andalucía y en Marruecos en función del acceso a la modernización. Un asunto que llegaría al país jerifiano a través del proceso colonizador, mientras que en Andalucía formaría parte de las convulsiones propias de una sociedad en transformación lastrada por el mundo agrario. La ciencia social, tanto la sociología como la antropología, se mostrarían en esos procesos instrumentos útiles, en el caso marroquí de dominación, y en el andaluz de liberación. Todo ello se observa a través de la memoria social, las instituciones culturales, el urbanismo y la arquitectura, la música y los espectáculos, el arte, e incluso las transformaciones demográficas. Con esta operación analógica se pretende «desorientalizar» unas problemáticas muy cercanas.