La ciencia cubana contó desde finales del siglo XVIII y casi todo el XIX con aportes de científicos andaluces, algunos de los cuales fueron pioneros en sus disciplinas en Cuba. Particularmente en lo que concierne a la medicina y las ciencias naturales, formaron discípulos y contribuyeron a la creación de instituciones relevantes para la enseñanza y el desarrollo de dichas ciencias. Toda esta labor mancomunada de los científicos andaluces con los discípulos y colegas cubanos que se aborda en este libro, procura dar una imagen más exacta de cómo se organizó la enseñanza superior de la ciencia en Cuba durante esos siglos, así como los logros obtenidos, sus fracasos y los conflictos y dificultades que enfrentaron en la compleja realidad cubana e hispana de la época.