Una multitud de pequeños seres traviesos se alborotan por las páginas de esta selección de cuentos, son los duendes y elfos, personajes que pueden llegar a ser tan entrañables y serviciales como pérfidos y malvados. Bajo distintos nombres —trasgos, gnomos, duendes, elfos, sílfides, korrigans—, y tanto si viven en los bosques, como en los campos o en las corrientes de agua, todas estas criaturas fantásticas poseen unos rasgos comunes: su pequeño tamaño, su gran vivacidad y su carácter travieso, desenfadado e impertinente.