«La cabra montesina», «El peral de la tía Miseria», «La sopa de piedra», «¿Por qué el agua del mar es salada?», «Mariceniza» o «El cuento del gato» (versiones albanesa y argelina de «Cenicienta» y de «El gato con botas», respectivamente) son algunos de los 60 cuentos que componen esta antología, una selección del inmenso patrimonio oral de los países que se asoman a este mare nostrum. Son historias que se escuchan después de la cena, en las veladas de las largas noches de invierno, en la agitación de los mercados árabes, en las celebraciones familiares o en las cocinas mientras se prepara la comida... De ahí han salido estos cuentos que saben, huelen y suenan a mar, a ese mar que nos une y nos separa: el Mediterráneo. «La cabra montesina», «El peral de la tía Miseria», «La sopa de piedra», «¿Por qué el agua del mar es salada?», «Mariceniza» o «El cuento del gato» (versiones albanesa y argelina de «Cenicienta» y de «El gato con botas», respectivamente) son algunos de los 60 cuentos que componen esta antología, una selección del inmenso patrimonio oral de los países que se asoman a este mare nostrum. Son historias que se escuchan después de la cena, en las veladas de las largas noches de invierno, en la agitación de los mercados árabes, en las celebraciones familiares o en las cocinas mientras se prepara la comida... De ahí han salido estos cuentos que saben, huelen y suenan a mar, a ese mar que nos une y nos separa: el Mediterráneo.