Es imposible pensar en la Alhambra y el Generalife sin recordar a Irving, y hasta quienes no han leído los Cuentos de la Alhambra han oído hablar de ellos o han recibido, a través de otros conductos, sus efluvios: por osmosis o, como diría Rubén Darío, gr
![](https://www.anecdonet.com/libros-recomendados/wp-content/uploads/9788415009092.jpg)