Veintiséis historias fantásticas y divertidas con fondo de hierba; lo que piensan una bola, una bolsa de palos o un hoyo, lo que cuenta un fantasma, un indígena o la capacidad de análisis de un niño de tres años. Este libro demuestra que con el golf se puede disfrutar también leyendo. Se lo recomiendo a todos los aficionados. - Miguel Ángel Jiménez