«Estos relatos tienen la virtud de transmitir al lector la sensación de necesidad y belleza inherente a la verdadera literatura. (...) la primera impresión que tenemos al leer estas historias es que sus autores se han enfrentado al escribirlas a algo que no sabían explicar. Escribir para ellos no ha sido ofrecer respuestas precipitadas que, en función de su edad, no estaban en condiciones de dar, sino interesarse por lo que no llegaban a entender. » Gustavo Martín Garzo