Con razón se ha calificado al Plan de Estabilización de 1959 como la gran operación económica del siglo XX en España. Su puesta en marcha supuso un antes y un después en las condiciones materiales de vida de todos los españoles. Con todo, desde 1957 se fueron poniendo las condiciones para que el Plan tuviera éxito. Son los dos años (1957-1958) que se conocen como el bienio pre-estabilizador. Entre otras medidas que facilitaron el gran cambio de 1959, se encuentran: una reforma tributaria que permitió nivelar el presupuesto del gobierno; la unificación de tipos de cambio de la peseta; una serie de medidas para poner coto a la inflación galopante que se daba en el país; y algunas medidas liberizadoras del comercio que eliminaron las trabas para su expansión futura.