En un día soleado de 1942, en California, una mujer se detiene ante un cartel en la oficina de correos. Después de leerlo, regresa inmediatamente a casa y comienza a preparar un equipaje con todas sus pertenencias. El gobierno de Estados Unidos la ha declarado a ella y a su familia, como a otros miles de americanos de origen japonés, «enemigos» en su propio país y están a punto de ser arrancados de su hogar. Un campo de internamiento, en el desierto de Utah, les espera. Julie Otsuka narra la historia de una familia a través de cinco emotivas vivencias: la de la madre recordando el día que tuvieron que partir, el largo viaje en tren de la hija, el confinamiento en el desierto que relata el hijo, el retorno de la familia a su hogar y la amarga puesta en libertad del padre después de su cautiverio. Cuando el emperador era Dios nos recuerda el destino de quienes, durante años, se convirtieron en invisibles.