Los autores del Nuevo Testamento y los primeros cristianos adoptaron las Escrituras judías como su Antiguo Testamento. Pero ¿por qué nuestras biblias actuales están más relacionadas con la Biblia hebrea rabínica que con la Biblia griega de la Iglesia primitiva? La Septuaginta –nombre con el que se conoce la traducción de las Escrituras hebreas entre el siglo III a.C. y el II d.C.– desempeñó un papel central en la historia de la Biblia. Muchas de las Escrituras hebreas aún se estaban fijando cuando se tradujeron al griego, y sus traducciones, junto con nuevos escritos en griego, se convirtieron en la Sagrada Escritura de la primitiva Iglesia. Pero Jerónimo, a finales del siglo IV, rechazó la Septuaginta a favor de la Biblia de los rabinos. Desde entonces la Septuaginta ya no fue capaz de recuperar la posición que una vez había tenido. Timothy Michael Law es doctor por la Universidad de Oxford y especialista en la historia del texto bíblico.