Las actividades de ocio y las vinculadas a la movilidad de los viajeros han tenido un papel relevante en la formación del paisaje urbano de Madrid a lo largo de la historia de la ciudad. En este sentido, el periodo que se desarrolla entre, aproximadamente, los finales del siglo XV y el siglo XVIII, es prolífico en manifestaciones de diversiones públicas y del trasiego de numerosos viajeros que dejaron su impronta en el espacio de la Villa y en su imagen a través del tiempo. Este libro trata de aproximarse a estos escenarios a partir de una investigación con fondos bibliográficos, cartográficos y documentos de época que muestran la geografía de paisajes urbanos excepcionales, ligados a las fiestas públicas, prácticas de ocio y a la movilidad de los viajeros en esta etapa de la historia madrileña. Con esto se pretende destacar su importancia en la construcción del espacio físico y social de la ciudad y en la creación de paisajes singulares cuyas evidencias e imágenes culturales, adquieren interés en el presente, en un contexto de sensibilidad y de preocupación por el paisaje, el patrimonio y sus valores.