¿Crisis del periodismo? Claro. Pero no es nueva. No hay que confundirla con los efectos de la crisis económica que se inicia a partir de 2007-2008. La crisis del periodismo está ahí, casi desde siempre, desde el momento en que los periodistas tropiezan con 6 Pes: - la P de Propiedad de los medios que proyectan la información, - la P de Publicidad, - la P de la influencia Política, - la P de Producción de la noticia sobre la base de redacciones pasivas a las que se les olvida salir a la calle a buscar noticias propias y transgresoras, - la P de Públicos que van buscando aquello que desean oír y no aquello que sucede, y - la P de Periodismo en forma de periodistas más cercanos a sus empresas y a lobbies de poder que al propio Periodismo. La crisis del periodismo es un reflejo fiel de la crisis del sistema de mercado, cau-sante de una sociedad angustiada e insolidaria. Si el sistema de mercado se siente inseguro en el laberinto que él mismo ha creado, pero a la vez es dueño del periodismo de masas, lo más habitual es que al receptor le llegue un periodismo light dominado por las pugnas políticas, el acoso y derribo al disidente, las catástrofes y sucesos, el entretenimiento (no inocente), el sensacionalismo, amarillismo el periodismo rosa, el deporte y la información meteorológica. El poder público sirve para centrar en él casi todas las bofe-tadas porque, ¿cómo morder la mano de tu señor? Sin embargo, el poder del mundo no es exactamente público sino privado. Como el periodismo se ha alejado de los ciudadanos, los ciudadanos bus-can su información en otros lugares alternativos, así ha ido creciendo la crisis del periodismo que se ha agravado con la crisis de un sistema que busca nuevos modelos de negocio en muchas ocasiones a costa del periodismo. Menos mal que, al mismo tiempo, aparecen iniciativas, aún por consolidarse, que aportan una esperanza para el desarrollo del conocimiento.