La nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios. No deja de ser sorprendente que la primera afirmación de la primera Constitución española (1812) coincidiera con el inicio de un intenso proceso de contracción de esa nación imaginada. Poco después, en 1825, toda la América continental se había segregado de dicha reunión. Este libro explora, desde la perspectiva de la fabricación de la cultura política, este primer encuentro entre Constitución, nación y territorios en la España contemporánea. Su objetivo es demostrar en qué grado aquella experiencia que España tuvo con los procesos de autonomía e independencia marcó indeleblemente su desarrollo político y constitucional durante los siglos XIX y XX.