Aunque el suministro de bienes y servicios ilícitos dista de ser un fenómeno nuevo, el contexto económico global de hoy ha permitido que el crimen transnacional organizado disponga de una capacidad sin precedentes para desafiar a los Estados. Los autores analizan las tendencias fundamentales en la explosión del crimen transnacional organizado y reflexionan sobre las respuestas posibles. Al acentuar las dificultades con las que tropiezan individualmente los Estados en sus intentos de abordar este problema, los autores realzan la importancia cada vez mayor de las iniciativas multilaterales.