En los últimos años ha cobrado interés desde la Psicología Positiva el papel de las emociones positivas y fortalezas como la gratitud. Éstas actuarían como favorecedoras de conductas resilientes y por tanto bienestar o felicidad. Se mantiene una primera entrevista que supone el inicio de un proceso de acompañamiento utilizando las técnicas aprendidas sobre Counselling. Durante la intervención se cuantifica grado de sintomatología depresiva mediante el uso de la Escala de valoración de Hamilton de depresión (HDRS) y para finalizar se administra el Cuestionario de Gratitud (G-20). Se pretende cuantificar gratitud y sintomatología depresiva ante la adversidad analizando la relación entre ambas.La hipótesis que se quiere replicar es que pacientes con altas puntuaciones en gratitud afrontan mejor la adversidad y en consecuencia presentan menos patología depresiva.