Pasada cierta edad (digamos la pubertad), las mujeres empezamos a exhibir ciertos rasgos que dejan pasmados a los hombres. Puesto que estos rasgos están genéticamente arraigados, nosotras, las mujeres no pensamos en ellos y por tanto no nos molestan en absoluto. Este libro nos describe meticulosamente muchas de esas "cosas" que en definitiva son las que definen el comportamiento de las mujeres.