Estudiando la historia del hormigón armado se encuentran pocos casos donde una estructura haya fallado debido a cargas mecánicas que no se hayan considerado en la fase de diseño. Las normativas técnicas ofrecen suficiente información a la hora de dar una guía al técnico para diseñar una estructura adecuada a soportar todas las cargas mecánicas. Pero no sólo debe considerarse la carga mecánica: toda estructura está expuesta a un ambiente que puede tener una enorme influencia en su durabilidad. El problema, entonces, puede surgir debido a una falta de sensibilidad y conocimiento cuando se afrontan cuestiones como la corrosión. La educación, y por lo tanto la enseñanza, tiene un papel muy importante, no sólo formando profesionales sensibles al problema de la durabilidad, sino también dándoles las herramientas necesarias para resolverlos.