En la celebración del veinticinco aniversario de Javier y Laura, la hija del matrimonio, Ana, les comunica a sus padres y a su novio David una noticia que nadie esperaba. Esa noticia cambiará el devenir de los acontecimientos de los cuatro, pero también influirá en el transcurrir de Alberto, que pronto conocerá a David en una discoteca; y en el de su compañera de piso Lucía, que se encontrará con Javier en una habitación de hotel. A partir de entonces, los seis formarán un cordón umbilical al que, sin saberlo ni tan siquiera intuirlo, permanecerán unidos, pero también atados. Y que terminará siendo la soga con la que se asfixien.