Andrés quiere ser periodista contra viento y marea. La primera victoria es convencer a sus padres, que le tenían reservado un futuro más “noble” como abogado o economista. Pero pronto comprende que el Periodismo que tiene en la cabeza hace tiempo que se perdió. La pasión por contar historias se ha evaporado de las redacciones, convertidas en oficinas donde reina el teletipo, la asepsia vital y la cuenta de resultados. Andrés se da cuenta de que al Periodismo le sobra gente pero le faltan periodistas. Una tarde, para no prender fuego al diario en el que trabaja, se embarca con su amigo Bermejo en una apasionante aventura que le cambiará la vida: escribir un libro.