Esta es una obra largamente trabajada, a través de años de correos electrónicos, encuentros y charlas, que ha fructificado en estas páginas. En ellas encontramos al Jon Sobrino hijo, hermano, teólogo, compañero, alumno... desde un punto de vista muy íntimo: Sobrino no solo habla de los pobres, sino de cómo él ha vivido su relación con los pobres; no solo habla de la teología de la liberación, sino de su camino al hacer esa teología; habla de Dios y de su relación con Dios; y por supuesto repasa a las personas que han marcado su historia: Rahner, Arrupe, Rutilio Grande, Romero, Ellacuría... "Lo que me queda muy claro -dice él mismo- es que, para caminar con el Dios de Jesús, hay que caminar con Jesús, con Monseñor, con Ellacuría, con hombres y mujeres que son buenos seres humanos".