Conforman este libro unos estudios que, pese a la diversidad de sus argumentos, responden a una inquietud intelectual común: mostrar la indispensabilidad de la historia para la comprensión cabal de la filosofía del derecho y, en definitiva, de la cultura jurídica. En los dos primeros Capítulos se exponen argumentos tendentes a fundamentar el carácter constitutivo de la historia para la determinación conceptual de la filosofía del derecho, así como del propio derecho y de los derechos. Los otros seis Capítulos que integran la obra pretenden ofrecer perfiles doctrinales de algunas figuras representativas de la cultura jurídica del pasado y del presente. Asumir la filosofía del derecho desde su perspectiva histórica, permite elucidad el significado de algunos de los más importantes y persistentes problemas iusfilosóficos, a través del estudio crítico de su planteamiento por destacadas figuras de la reflexión cultural sobre el derecho. Cuando indagamos las construcciones teóricas debidas a figuras del pensamiento jurídico del pasado y del presente, advertimos sus aportaciones y sus límites y, por repercusión, vislumbramos las aportaciones y límites de nuestras propias tesis. De ahí, que la fecundidad de la historiografía del pensamiento jurídico resida en que al estudiar las ideas de quienes nos precedieron, avanzamos en el conocimiento de nosotros mismos. Se produce aquí una situación similar a lo que en la teoría moderna de la interpretación se conoce como el “círculo hermenéutico”. Quien estudia el pensamiento ajeno contribuye a rescatarlo del olvido, pero se nutre, al propio tiempo, de las experiencias e ideas del pensamiento estudiado. Al reunir estos ensayos en un volumen se ha atendido a la razón esencial que los liga. Todos ellos, pretenden contribuir a una aproximación subspecie historiae a la cultura jurídica.