Anochece ya en el mes de abril y nos convoca un propósito: compartir las investigaciones que hemos venido realizando en el último año en nuestras áreas de trabajo. Estas líneas describen (o intentan describir) la experiencia en América Latina, un pedazo del planeta en el que parecen confluir esperanzas y desatinos por igual. ¿Qué investigan en Latinoamérica?, ¿Cuáles son sus objetos de estudio?, ¿Cómo lo hacen? ¿Son los mismos objetos de estudio que los abrazados por investigadores de otras latitudes? El último informe publicado por Human Rights Wacht en el pasado año hacía una terrible descripción del rosario de desencuentros con los que tenemos que convivir a diario desde este lado del charco. En Bolivia por ejemplo, se cuentan en más de 140 los homicidios asociados a violencia de género sólo en el último año. En Argentina, el cerco cada vez más estrecho y castrante define como “sicarios mediáticos” a quienes adversan al gobierno y de “balas de tinta” las denuncias que aún pueden hacerse en las páginas de los diarios. En Colombia sólo en el último año se encontraron más de 5.000.000 millones de desplazados a causa de la guerrilla y el narcotráfico. En México, en el mismo período se calcularon en más de 26.000 los desaparecidos por diversas e injustificadas razones y en el final del abecedario la pequeña Venecia, está herida en todos sus costados por la inflación más alta del mundo, un desabastecimiento que hace de la compra de lo necesario para alimentar una familia, un rally de mal gusto, enfermarse es un lujo que sólo los más afortunados pueden darse, cárceles colapsadas, 1462 menores con medidas cautelares, 138 privados de libertad, más de 2636 detenidos, por levantar su voz contra la oscuridad que los cubre, todo esto ya en el 2014. Sólo en un fin de semana, y deteniéndonos sólo en la capital mueren más de 72 personas a manos de la delincuencia, ingresando a una atiborrada morgue que no se da abasto. Por si todo esto fuera poco, Andrés Oppenheimer, en su libro Basta de Historias, nos describía como un continente de espaldas al futuro, formando los profesionales que no necesitamos y centrados en un culto inútil a los héroes del ayer, armados con oxidadas estatuas de bronce en plazas que son el centro de credos proselitistas. El lector de estas líneas seguro estará experimentando una suerte de sobredosis de pesimismo, pero es que allí está la belleza de lo que pasamos a describir. En este contexto adverso en el que, al mar de problemas lo más sencillo sería seguirle la corriente, un grupo de Quijotes tropicales, han decido remar en contra. En una realidad donde la investigación hace pulso con el estómago vacío, todo lo que se describirá a continuación cobra muchísimo valor. Numerosos investigadores optaron por América Latina como objeto de estudio, algunos de ellos nacidos en estas latitudes y algunos otros muy distantes a ella. Europeos nos estudian o se estudian en nosotros como quien busca un recuerdo en la memoria. Tratan de descubrirse en diferentes artefactos culturales en los cuales su influencia es evidente. Junto a ellos, y contenidos en ese epígrafe titulado “Trabajos altamente especializados: Divulgación científica y ciencia de la divulgación”, encontramos investigaciones que desde muy distintos ángulos se preocupan de ahondar en temas tan vitales como la Salud, la Política, la Economía, la Biología, la Educación o la construcción de identidades nacionales dentro de marcos supraestatales como la propia Europa o América. Muy probablemente la más heterogénea de todas las líneas temáticas, Ágora 2, se ha convertido en la ocasión perfecta para conocer las realidades científicas de prácticamente todos los ámbitos del conocimiento. Una agradable sorpresa que nos ha permitido valorar las posibilidades de un espacio abierto, un ágora donde han tenido cabida las propuestas más vanguardistas y variadas. Los temas tocados: variopintos y diversos van desde la necesidad de la gestión comunitaria en el manejo de los recursos naturales, estudio de las especificidades del discurso de género, atributos del ejercicio del periodismo, reconstrucción biográfica de consumados maestros anónimos, representación de inmigrantes en el cine local, implicaciones de la interculturalidad en localidades distantes a las principales metrópolis, sexualidad, crítica de cine, políticas nacionales y sistemas electorales, seguridad, energías renovables y sociedad, y la transdisciplinariedad como herramienta para el abordaje de contenidos educativos. En Ágora 1 se ha configurado un caleidoscopio disciplinar que nos muestra el esfuerzo decidido y constante de investigadores que se revelan a la imposibilidad de repensar sus realidades, reflejan el deseo firme de quienes desean escribir su futuro con buena ortografía. La realidad los tiene contra las cuerdas pero como un Beethoven tropical, las arpegian. Una América Latina llena de problemas pero en busca de soluciones, una América Latina más histórica que nunca (a decir de Kant) porque se ha cundido de contradicciones, trabajando en la cotidianidad por el logro de realidades más justas y felices. En Ágora 2 se ha buscado potenciar la investigación y el conocimiento multidisciplinar mediante estudios científicos procedentes de distintas áreas de conocimiento, permitiendo además la especialización en determinadas líneas de investigación. La intención ha sido la de convertirse en una oportunidad para estimular los intereses investigativos, mostrando las diferentes alternativas teóricas y metodológicas de acceso a nuevos conocimientos que permitan resolver problemas cognoscitivos y prácticos. La investigación altamente especializada, al brindar y ofrecer diferentes alternativas, se convierte en una necesidad para avanzar en el desarrollo social, pues nos permite acercarnos al mundo del conocimiento, de la creatividad, de la innovación y del desarrollo de capacidad crítica por medio de la generación de preguntas y de estrategias para su resolución. La ciencia es un conocimiento producido por los humanos con el objetivo de explicar el por qué de las cosas, y para entender porqué las cosas cambian. El ser humano ha intentado explicar la variabilidad de las cosas, ha buscado la explicación a los fenómenos, descifrando el orden que tienen, como se determina los cambios y como se dan las causas y efectos. Los debates actuales de la ciencia abogan por un pluralismo metodológico, donde las investigaciones, la elección del método y de las técnicas provengan de distintos horizontes epistemológicos, y la división entre métodos cuantitativos pueda diluirse. Ágora se convierte así en el espacio privilegiado donde la ciencia y la sociedad se dan la mano en la búsqueda de respuestas a sempiternas preguntas que llegan desde la vieja Europa o parten de una incipiente América Latina. Pero a fin de cuentas, se trata de plantearse cuestiones y buscar respuestas que nos lleven, a partir de su resolución, a horizontes de conocimiento aún más lejanos y llenos de incógnitas. Aun a sabiendas de que lo vemos no es todo lo que existe y que los escuchados no son las únicas voces en América Latina, para los Quijotes del Mundo, pero en especial para estos que tienen auténticos monstruos contra los que pelear, toda nuestra admiración.