Fruto de los trabajos del Sínodo de 1994 dedicado a la vida consagrada, la Exhortación Apostólica Vita consecrata completa un ciclo, junto a Chistifideles laici y Pastores dabo vobis, que abarca la totalidad de las vocaciones en la Iglesia. No obstante, ha sido mal comprendida, incluso tachada de «incómoda», y ha recibido críticas conducentes a la anulación de su contenido. El padre Bandera ha tomado a su cargo la explicación en estas páginas de la Exhortación papal, demostrando la enorme riqueza que contiene para la vida de la Iglesia. Como el propio autor resalta, «demos gracias a Dios. Ha brillado la luz».