David Day nos enseña a ver la historia del mundo moderno y contemporáneo con unos ojos nuevos: a combatir el mito de unas naciones instaladas en el territorio supuestamente eterno de la patria y percatarnos de que la historia entera de la humanidad ha sido, y sigue siendo, la de una sucesión de conquistas despiadadas, acompañadas del desplazamiento y sumisión, cuando no del genocidio, de los sometidos. Day nos hace seguir a los exploradores que se apropiaban tierras habitadas o a los ejércitos que extendían las fronteras, nos descubre la mentira de los argumentos civilizadores, nos habla de pueblos desaparecidos, estados fantasma y patrias imaginarias, analiza problemas actuales como los de Palestina, Macedonia o Chipre... Su libro, lleno de historias poco conocidas, de verdades incómodas que suelen ocultarse, resulta desmitificador y apasionante. Pero su objetivo principal no es el de entretenernos, sino el de ayudarnos a entender la necesidad de construir un mundo sin naciones ni fronteras.