¿No notas como late tu corazón? Entonces, ¿a qué esperas para vivir? ¡Pobre Marta! Golpeada a traición su vida ha descarrilado parándose en una vía muerta. No debería resignarse a ser espectadora, solo necesita un pequeño empujón para volver a la circulación. Espero que le dé tiempo a abrocharse el cinturón porque se lanzará cuesta abajo y sin frenos.