Esta monografía analiza a lo largo de seis capítulos la relación existente entre el Derecho de la contratación pública y la innovación, desde las dos perspectivas. El estudio no se detiene en las posibilidades que presenta el fomento de la innovación mediante la contratación pública, sino que aborda los beneficios que pueden derivarse del empleo de prácticas innovadoras en los procesos de licitación y adjudicación de los contratos públicos. Tradicionalmente, la doctrina se ha centrado en los beneficios que la contratación pública es capaz de ofrecer a la innovación, destinando una parte de sus créditos a tal fin, pero sin embargo, no han sido estudiadas con tanta exhaustividad las ventajas de la aplicación de la innovación a las técnicas e instrumentos de compra pública. Los resultados obtenidos en este trabajo pueden contribuir a la consecución de una contratación pública más eficiente y orientada al objetivo comunitario de utilizarla estratégicamente en beneficio de la sociedad. Para ello se proponen medidas que permitan ahorrar costes en las licitaciones, fortalecer el tejido empresarial e incrementar la protección del medio ambiente, planteando instrumentos para luchar efectivamente contra la corrupción, modernizando y profesionalizando el modelo vigente de licitadores públicos y tratando de convertir al sector público en un referente de la innovación.