Sabemos que cada uno de nosotros es único, pero la ciencia lleva tiempo esforzándose por explicar dónde reside exactamente nuestra singularidad. ¿En nuestros genes? ¿En la estructura de nuestros cerebros? Nuestro genoma puede determinar rasgos físicos como el color de los ojos y también aspectos de nuestra personalidad. Pero ¿hasta qué punto nuestras preferencias, nuestras debilidades y nuestras pasiones determinan quiénes somos?