El papel activo de los estudiantes en el proceso enseñanza-aprendizaje se impone de forma creciente. Un modelo de formación en el que se integran de manera armoniosa las competencias genéricas y específicas para desarrollar una formación integral de los jóvenes. Las competencias genéricas (trabajo en equipo, toma de decisiones, comunicación verbal y escrita, planificación, creatividad, resolución de problemas...) se han convertido en un elemento obligatorio de las nuevas titulaciones de grado y postgrado. Este libro nos muestra cómo ponerlas en práctica.