Su destino, la región llamada Sinus Iridum, la Bahía del Arco Iris. Allá, Kelly espera encontrar hielo en las profundidades, recurso imprescindible para la futura colonia lunar. Pero, en vez de hielo, encuentran los restos dejados por unos dinosaurios inteligentes que habitaron la Tierra hace 65 millones de atrás.