En 1972 varios de los miembros de la Comisión Teológica Internacional fundaron la revista Communio como un foro de diálogo entre la fe y la cultura. Entre ellos se encontraban los más grandes teólogos católicos del siglo: H.U. von Balthasar, H. de Lubac, L. Bouyer, M.-J. Le Guillou, y Joseph Ratzinger, quien llegaría a ser papa con el nombre de Benedicto XVI. La revista se convirtió en un instrumento fundamental para el intercambio y el desarrollo teológico a partir del Concilio Vaticano II, llegando a publicarse en 13 ediciones nacionales distintas. Este libro recoge los artículos de Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) publicados en la edición española de Communio. «Una revista que lleva el nombre de Communio debe sobre todo mantener vivo y profundo el discurso sobre Dios [...]. Tiene que hablar del Creador y del Redentor, de la semejanza con Dios y del pecado del hombre; nunca debe perder de vista que el hombre está destinado a la eternidad para, de este modo, desarrollar una antropología teológica a partir de las raíces del hombre. Debe hacer de la Palabra de Dios la respuesta a los problemas del hombre [...], debe dirigirse a los hombres que buscan y se cuestionan seriamente su existencia para, en diálogo con ellos, aprender a percibir la luz de la palabra de un modo siempre nuevo y constantemente renovado [...]. Una revista que se propone este programa tiene que ocuparse también de las grandes cuestiones éticas y sociales de nuestro tiempo» (Joseph Ratzinger).