La cocina es quizás el espacio de la casa que, junto al lugar donde se duerme, ha acompañado de manera más fiel la evolución del ser humano y ha ido adaptándose, siglo tras siglo, a sus necesidades. Espejo del estilo de vida y de las costumbres de quien habita la vivienda, los vertiginosos cambios acontecidos en la actualidad en los hábitos sociales han transformado su estética y la han convertido en un espacio diáfano, la mayoría de las veces libre de accesorios inútiles, de estética minimalista y de características funcionales. Hoy en día, sobre los modelos tradicionales de cocinas ubicadas en espacios independientes y separadas del resto de las estancias, típicos sobre todo de los países europeos, ha ido imponiéndose, lenta pero implacablemente, el modelo de cocina norteamericana, que consiste en espacios abiertos, integrados en el salón o, si el espacio es reducido, en la entera vivienda. Junto a este proceso, la experimentación con diferentes materiales como el acero inoxidable, los nuevos cortes de madera y los conglomerados ha permitido diseñar cocinas de líneas vanguardistas. Este libro ofrece, junto a la ilustración de diferentes reinterpretaciones del concepto de cocina tradicional, soluciones para espacios reducidos, un situación común a la mayor parte de las viviendas ubicadas en las grandes ciudades.