Nuestra principal guía para conocer el universo es el análisis de la luz que nos llega de los astros, pero lo visible nos ha llevado rápidamente con los avances de los últimos años, hacia aquello que no vemos, la materia que sabemos que existe por su efecto en los movimientos de los cuerpos que forman parte del mismo sistema. Su naturaleza es diferente a la que constituyen las estrellas, los planetas o a nosotros mismos: es la materia oscura.