Vivir es «reconstruir construcciones». En tal proceso, asistimos a una radical mutación en las maneras de ver, sentir, valorar y actuar, de las que deriva un nuevo estado de conciencia del ser humano. También el catolicismo experimenta grandes dificultades para renovar su experiencia en consonancia con tal estado de conciencia. Como resultado, las mujeres y los hombres de hoy se encuentran con una fe formulada, transmitida y celebrada con estructuras, ritualizaciones y lenguajes extraños. Ni la vida ni el Evangelio existen al margen de una determinada situación cultural, de ahí que, para mantener viva la experiencia cristiana, debamos repensarla al hilo de la historia. Este es el objetivo central del libro: responder a dicha exigencia con una propuesta de reconstrucción de la pastoral que aúna la praxis cristiana con la vivencia de una ciudadanía activa en pos de la meta convergente de la justicia y de la humanización.