Durante los siglos XVII y XVIII la orden religiosa de la Compañía de Jesús llevó a cabo un experimento extraordinario en el marco de la realidad colonial: el llamado "Estado" jesuita del Paraguay. Lo que, aún hoy, despierta el asombro es el carácter utópico del experimento y la riqueza formidable que representó: gracias al "Estado" jesuita, los guaraníes fueron salvados del genocidio.