En términos interculturales, no hay seguridad absoluta de que marchar a un país diferente al de nacimiento mejore per se nuestra calidad de vida. Sin embargo, los personajes migrantes del cine diaspórico buscan la reconstrucción de sus vidas de forma acuciante a través de un recorrido que probablemente nunca terminará, porque la insatisfacción es parte de la piel humana. El cine de la «identidad peregrina» es un cine que se desarrolla en los intersticios de las complejidades transculturales contemporáneas y expone los tránsitos mundiales actuales a partir de las historias de «cruces» de lugares que existen porque fueron soñados antes. Los guiones avanzan intentando eliminar clichés, pero no pueden dejar de hablar de la hostilidad en un mundo global que suele alardear de la ausencia de fronteras. El interés del cine diaspórico es pensar las subjetividades en tránsito como sensibilidades que persiguen sus ciclos oníricos, sus motivos afectivos, sus deseos de escapatoria.