Con 1.300 millones de habitantes, el mercado chino no tardará en superar al norteamericano y europeo juntos. Empresas de todo el mundo quieren estar presentes para comprar, vender, fabricar y crear nuevos productos. El autor, James McGregor, ex directivo de numerosas empresas en China y reconvertido en exitoso emprendedor por cuenta propia, nos advierte que allí los negocios implican una gran cantidad de maniobras y subterfugios: nada es lo que parece y nunca es fácil operar en China.