?Gracias a muchos atrevidos e inquietos investigadores, la ciencia actual se está alejando cada vez más del rígido y ficticio paradigma, mecanicista y erróneo, implantado por Descartes, lo que condujo la medicina a estudiar el hombre como un conjuto de órganos y funciones. Por ejemplo, los descubrimientos revolucionarios de la nueva ciencia denominada psiconeuroendocrinoinmunología, lejos de confirmar las críticas movidas contro el psicoanálisis como teoría psicológica de comprobado valor terapéutico, refuerza las geniales intuiciones de Freud. Como sostiene la medicina Oriental y el zen, todo está en la mente. Se trata de saber cómo invertir el proceso, cómo emplearla para la salud y la curación, visto que el mundo en el que vivimos los humanos nos ha enseñado cómo emplearla eficazmente para crearnos la enfermedad. No obstante a diario la ciencia destruya antiguos dogmas sobre sí misma y se remodele, el problema fundamental es que sigue apegada al uso del ?método cientifico?, ?su? método. Ella cambia sus paradigmas, pero continúa estudiando la salud y el ser humano con el mismo método que condujo a viejos errores. La razón de ello es que no tiene ningún otro método alternativo. Como decía Einstein, no se puede resolver un problema usando los mismos datos que lo crearon. El chi kung y los paradigmas orientales pueden ser una clave en la búsqueda de ese otro método alternativo. Nada puede ser estudiado y aplicado aisladamente cuando se trata de la vida. Pensar que el estudio de un sistema orgánico o de los factores patógenos externos (virus, bacterias), de una variable psicológica o de las áreas del cerebro puedan, en sí, proveer respuestas válidas en general, es como realizar un determinado ejercicio de chi kung pensando que eso sea el chi kung.?(Para mayor información, léase el libro de Alessandro Meluzzi y Livia Ileana Duce ?E se la mente guarisse il cancro??, Ed. Centro Scientifico Editore).