Este libro, obra del hispanista Anthony J. Cascardi, recupera la voz de la política en el Quijote desde una perspectiva profundamente novedosa y nos ofrece una visión de lo que el discurso de la política podría haber sido si las teorías de algunos pensadores de la talla de Hobbes, Locke, Montesquieu y Rousseau no lo hubieran dominado. Además, su autor explora una nueva concepción de uno de los pilares de la literatura europea moderna, como una alternativa a los puntos de vista ?científicos? de la política; una alternativa que se apoya directamente en la idea de cómo debería entenderse el lugar de la literatura dentro de la esfera de lo político. Así pues, Cascardi hace descender la política a la tierra, y lo hace de la mano de un Sancho que gobierna una ínsula que no le corresponde gobernar ni por nacimiento ni por condición, o se pone en la piel del canónigo de Toledo que defiende afanosamente la idea de que la salud de la república depende de la salud espiritual de los individuos que la conforman. Las voces de muchos de los personajes públicos y privados del Quijote resuenan en cada uno de los capítulos de este libro y todas ellas se hacen eco de la eterna pregunta sobre cuál es el lugar de la literatura en el estado ideal.