Se tiende a vincular la experiencia amorosa con la felicidad, con un tiempo luminoso, con una realidad acogedora, apacible. Pero muchas más veces de lo habitual incluso en pleno siglo XXI, el amor se construye, se vive, se goza o se sufre en escenarios especialmente duros, hostiles. Cenizas en los labios es la crónica de una intensa experiencia amorosa vivida en los más duros años de nuestra posguerra por una mujer, niña de la guerra, hija de la derrota: Años 40. No hubo / ninguna luz entre la pétrea niebla, / tan sólo la esperanza / de que el amor vendría a protegerme. Angelina Gatell, con este libro, nos muestra la plenitud de su saber poético, de su intuición, de su capacidad para aunar una alta ambición lingüística con la recreación de un mundo gris, cruel, en blanco y negro, en el que la humillación, la falta de horizontes y la demolición de los sueños de un mundo mejor se atemperan con la experiencia amorosa. El amor como refugio, como protección de quien aspiró a la felicidad con el telón de fondo de una ciudad derruida, derrotada, de una sociedad en claroscuro, que, a pesar de todo, busca la luz. Un hermoso libro: intenso, emotivo, maduro. Una obra mayor de una de nuestras grandes poetas de la generación del medio siglo. MANUEL RICO