Este libro expone las sorprendentes coincidencias entre los discursos coloniales hispanos y puritanos como exorcismo y cultivo espiritual, lo que apunta hacia una historia común atlántica. Estas similitudes aconsejan tomar la colonización puritana de Nueva Inglaterra como una continuación de los modelos ibéricos y no como una experiencia opuesta. El libro demuestra que una perspectiva panamericana más ancha puede alterar las narrativas nacionales más queridas y asentadas en los Estados Unidos, desde el momento en que sostiene que la colonización puritana de Nueva Inglaterra estuvo tan inspirada en la caballería medieval, la cruzada y la Reconquista (contra el diablo) como la propia conquista española.