Las "Homilías sobre el Evangelio de san Juan" son una obra maestra, comparable sólo a los otros dos comentarios a dicho Evangelio: el de Agustín y el de Orígenes. Éste de Juan Crisóstomo se distingue por la elocuencia de la palabra y el arte con el que sabe hacer penetrar, en los misterios revelados por el evangelista Juan, a un público más amplio y diverso. "Boca de oro" fue llamado, precisamente por su carisma especial. Su auditorio, en Antioquía y en Constantinopla, a menudo estallaba irresistiblemente en aplausos cuando le oía con su estilo brillante y popular, original, imprevisible y vivo. Pues bien, toda su extraordinaria oratoria, todos sus discursos apuntaban a algo esencial: llevar a las gentes a la práctica del Evangelio, sin medias tintas. Él, que durante cierto tiempo se formó con los ermitaños, en los alrededores de Antioquía, quería que se realizase aquella perfección de los monjes -aquella vida angélica, como él la llamaba-, en medio del pueblo, entre gentes de todas las profesiones y estados; en las ciudades, en las familias. Ésta era una de sus ideas dominantes. Por todo ello, Juan Crisóstomo ha sido, con razón, definido como el maestro de vida cristiana para los laicos. Y no fue casual el que Juan XXIII lo proclamara "celestial patrón" del Concilio Vaticano II. Pues bien, Crisóstomo puede delinear precisamente al laico, su fascinante ideal, hecho para todos. Mientras desmonta, con golpes bien dirigidos, los obstáculos que se encuentran por el camino, presenta una religión positiva, con una lógica tan eficaz, que es capaz de llevar a las grandes decisiones, a la conversión radical, a vivir verdaderamente el Evangelio.
Los teólogos desempeñaron un papel muy importante durante el desarrollo del Concilio Vaticano II (1962-1965), trabajando en equipo y en estrecha colaboración con los obispos. Esta apreciación vale de modo eminente para dos grandes teólogos católicos del siglo XX: Karl Rahner y Joseph Ratzinger. El pensador jesuita (1904-1984) era un teólogo maduro que frisaba los sesenta años de edad cuando llegó a la Roma conciliar, mientras que el actual papa Benedicto XVI contaba sólo treinta y cinco años. Durante las sesiones conciliares colaboraron en la elaboración de algunos documentos que representan los mejores frutos del Vaticano II: la colegialidad episcopal y la revelación divina. Quiere ello decir que la celebración del Concilio aproximó y puso en paralelo la vida y el pensamiento de estas dos grandes personalidades. Ésta es la óptica peculiar que adopta este libro, cuya intención primaria es la conmemoración del cuarto aniversario de su clausura (8 de diciembre de 1965). En su primera parte recoge lo que se pueden llamar las glosas de Karl Rahner sobre el Vaticano II; la segunda parte incluye una evocación de la obra conciliar de la mano de Joseph Ratzinger, teólogo, cardenal y papa. A una Iglesia que corre el riesgo de ser postconciliar sólo desde el punto de vista cronológico, hay que recordarle aquellos impulsos más hondos y las intenciones últimas que pueden ayudarla a inscribirse en los trances de nuestro tiempo. Tras las huellas del Concilio, las reflexiones de Rahner y de Ratzinger nos permiten adentrarnos en el tiempo postconciliar, años de crisis que han sido testigos del distanciamiento de estos dos teólogos alemanes que personifican, en cierto sentido, como en dos miniaturas histórico-teológicas, el examen de las tareas de la Iglesia en la sociedad moderna y un diverso enjuiciamiento de las formas de aplicación del Concilio a la renovación y aggiornamento de la Iglesia. En medio de estas palabras cruzadas, ambos coinciden en esta valoración de conjunto salida de la pluma de Rahner: Cierto que todavía pasará mucho tiempo hasta que la Iglesia, que ha sido agraciada por Dios con un Concilio Vaticano II, sea la Iglesia del Concilio Vaticano. SANTIAGO MADRIGAL (1960), jesuita, Profesor de Eclesiología y Decano de la Facultad de Teología en la Universidad Comillas (Madrid), es autor de La eclesiología de Juan de Ragusa, OP (1995), El proyecto eclesiológico de Juan de Segovia (2000), Estudios de eclesiología ignaciana (2002) Vaticano II: remembranza y actualización (2002) y Memoria del Concilio: diez evocaciones del Vaticano II (2005).
La liturgia es el centro de la vida cristiana. Pero ¿hasta qué punto está capacitado para ella el hombre moderno y qué forma de liturgia es hoy la adecuada y puede ser celebrada con espíritu viviente para glorificación de Dios y salvación de los hombres? «La liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza» (SC 10). Quien desee experimentar de nuevo el carácter fundamental y decisivo de la liturgia, de acuerdo con estas palabras del concilio Vaticano II, debe adquirir una y otra vez clara conciencia de las cuestiones centrales de la liturgia desde sus perspectivas teológicas y espirituales. Los autores de este volumen ofrecen una visión iluminadora de la amplitud y las múltiples facetas de la liturgia. Señalan perspectivas en el actual debate sobre su reforma e indican caminos para su renovación, revitalización y ahondamiento. «Lo que necesitamos es una reforma de nuestras reformas litúrgicas que vaya hasta el fondo, una renovada cultura litúrgica sacramental en la que la liturgia sea epifanía, en la que se alcance la experiencia de la infinita excelsitud y la ilimitada fascinación del Dios santo en los momentos de quietud, contemplación y escucha, adoración y alabanza» (Walter Kasper). GEORGE AUGUSTIN, sacerdote palotino y doctor en teología, dirige el Instituto de Teología, Ecumenismo y Espiritualidad «Cardenal Walter Kasper», centro vinculado a la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Vallendar (Alemania), donde es profesor de teología fundamental y dogmática. Además, acompaña espiritualmente a sacerdotes en la diócesis de Rottemburgo-Stuttgart. En la Editorial Sal Terrae ha publicado sus libros: Llamados a la alegría: el gozo de ser sacerdote y, como editor, El desafío de la nueva evangelización y El problema de Dios, hoy. ALBERT GERHARDS. Doctor en teología, Profesor de liturgia en la Facultad de Teología Católica de la Universidad de Bonn. WINFRIED HAUNERLAND. Doctor en teología, Profesor de liturgia en la Facultad de Teología Católica de la Ludwig-Maximilians-Universität (Múnich). WALTER KASPER. Cardenal, Presidente emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (Roma). KURT KOCH. Cardenal, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (Roma).
Con este volumen que contiene las últimas catequesis de Benedicto XVI, Ciudad Nueva cierra un ciclo que ha recorrido los principales temas con los que el papa emérito ha formado a los fieles en sus ocho años de pontificado. El 11 de octubre de 2011, Benedicto XVI anunció la proclamación de un Año de la fe que se iniciaría un año más tarde, el 11 de octubre de 2012, al cumplirse el 50º aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II y el 20º aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, promulgado Juan Pablo II. Un Año de la fe que se prolongará hasta el 24 de noviembre de 2013, fiesta de Cristo Rey. Apenas cuatro meses después de la solemne apertura de este Año de la fe, el Papa anunció su renuncia al pontificado. Y sin embargo, en tan breve tiempo nos ha dejado 19 catequesis de enorme profundidad y claridad, que constituyen un valioso compañero de viaje para el camino espiritual que todos estamos llamados a recorrer como Pueblo de Dios, del que no están excluidas todas aquellas personas cuyo corazón alberga una búsqueda de la verdad, el deseo de conocer a Dios y de entrar de algún modo en relación con Él. Estas catequesis son las que re-cogemos en este libro. Con este volumen, la editorial Ciudad Nueva cierra un ciclo que ha recorrido los principa-les temas con los que Benedicto XVI ha formado a los fieles en sus ocho años de pontificado: Los Padres de la Iglesia, el Año Paulino, los grandes maestros y místicas de la Edad Media, los doctores de la Iglesia, la oración y, ahora, la fe. Estamos convencidos de que estas profundas meditaciones, estas lecciones magistrales del Papa nunca perderán su actualidad, sino que quedarán como material práctico, bien estructurado y a la vez muy accesible, de enorme valor catequético para la formación del pueblo de Dios.
2014: Europa no termina de salir de la crisis económica más larga de su historia. La Unión Europea se hunde, sumida en un clima de profundos cambios políticos y creciente racismo. El antropólogo Allan Haddon está en Alemania dando una serie de conferencias cuando una joven negra llamada Ruth Keer le pide ayuda. Al parecer, su padre, antes de morir, le encargó a su hija adoptiva que enviara unos comprometedores papeles de la Ahnenerbe, la agencia creada por Himmler para el estudio de la «herencia ancestral», a un famoso antropólogo del Vaticano. Pero tanto los papeles como él han desaparecido. Allan y Ruth recorren el Viejo Continente para desenmascarar un acuerdo secreto que, además de ocultar un escandaloso secreto de la Iglesia Católica, podría devolver a los nazis el control de Europa. Mario Escobar Golderos es el autor de El secreto de los assassini, y La profecía maya, dos de los thrillers más aclamados de los últimos años. Autor de éxito en países como España, Estados Unidos y México, ahora nos presenta una nueva aventura de su personaje Allan Haddon.
La «Suma contra los gentiles» pertenece al conjunto de «sumas» como género literario que pretende ofrecer una enseñanza de conjunto organizada. Por su contenido es filosófica, porque utiliza argumentos racionales, aunque por su intención es apologética. La redacción de los cuatro libros que componen la obra, en los que Santo Tomás empleó unos cinco años (1259-1264), fue debida a la petición de San Raimundo de Peñafort, para que sirviesen como manual de apologética a los frailes que se dedicaban en España a la evangelización de los infieles musulmanes y de los judíos de las tierras reconquistadas. Es una de las pocas obras del Aquinate de las que se conserva gran parte del texto del original escrito por él (Libro I, cap. 13 hasta el III, cap. 120), guardado en el Archivo Vaticano. Esta primera «Suma» de Santo Tomás es una obra filosófica, pero en pleno acuerdo con la fe cristiana. Es un tratado filosófico o racional, en sentido amplio, sobre Dios. De Dios en sí mismo, de Dios en cuanto creador y de cómo Dios es fin de todo se ocupan los tres primeros libros de la obra. El cuarto y último es teológico, porque se basa en la revelación divina. Se vuelven a tratar las tres grandes cuestiones Dios en sí, como principio y como fin de todos los seres, pero por la vía sobrenatural.
"Esa "iglesia doméstica" que es la familia, según la frase del Concilio Vaticano II, precisaba también de una edición que contara, en parte con la suntuosidad propia de las ediciones litúrgicas, que fuese un signo de cristianismo e incluso de distinción del propio hogar, y que por la claridad de su tipografía, por la elegancia de su diseño por la dignidad de sus ilustraciones y la sobriedad de sus citas, pudiese servir para el comentario familiar y ser utilizada por todos, mayores y niños, con agrado y utilidad. La traducción utilizada es la que podríamos llamar "tradicional", vertida en frases correctas pero sencillas, hecha precisamente para que todos puedan aprovecharse de la Palabra de Dios. Las notas de pie de página son sumamente útiles para que incluso los menos técnicos puedan advertir la relevancia de algunos pasajes bíblicos. Las ilustraciones que acompañan al texto son "clásicas", complacen a los eruditos y cultivan el sentido artístico de los menos entendidos" (Cardenal Tarancón)
Este libro trata de moral social, pero no es un tratado sobre la materia. Sí afronta cuestiones como la globalización, los derechos humanos, la caridad, la justicia social, la solidaridad, la opción por los pobres, la ecología, la investigación social o la cultura de la virtualidad real. Y lo hace siempre buscando la clave de la espiritualidad que alimenta y sostiene las opciones cristianas ante tales asuntos. En el tratamiento de esos temas, las encíclicas del Papa Benedicto XVI Deus caritas est y Caritas in veritate ocupan un lugar especialmente destacado, y en la construcción del hogar espiritual de la moral social cuenta sobre todo con la espiritualidad ignaciana y los Ejercicios Espirituales. Si el Concilio Trento puso las bases para la separación entre moral y espiritualidad, el Vaticano II recuperó la relación entre ambas. Desde planteamientos como la llamada universal a la santidad (LG 5) o la tarea de la moral de «mostrar la excelencia de la vocación de los fieles en Cristo y su obligación de producir frutos en la caridad para la vida del mundo» (OT 16), carece de sentido pensar que la Teología espiritual tiene que estudiar el comportamiento positivo de los fieles, relacionado con la gracia de Dios, y que la Teología moral debe centrarse en el comportamiento negativo, asociado a la ley, las normas y el pecado. Al contrario, la vida moral es también expresión práctica de la gracia divina actuando en cada persona, y por eso necesita conectarse con la dimensión teologal y espiritual de horizonte de sentido, donde se alimentan las motivaciones y actitudes básicas. Por su parte, la espiritualidad ha de encontrar los cauces adecuados para interpretar y expresar el compromiso intramundano. Ambas perspectivas son constitutivas y esenciales de la vida y la existencia teologal de las comunidades y de cada uno de los cristianos, y permitir que se encuentren y «co(i)nspiren» es una obligación irrenunciable a la que también deben ayudar los teólogos. En eso está esta sencilla obra. JULIO L. MARTÍNEZ, jesuita, es profesor de Teología moral en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid), donde actualmente desempeña además el cargo de Vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, y antes fue director de la Cátedra de Bioética y del Instituto de Estudios sobre Migraciones. Su campo de investigación tiene como foco la religión en la vida pública. En esa materia ha escrito sus principales libros, entre los que destacan Consenso público y moral social (2002), Ciudadanía, migraciones y religión (2007) y Libertad religiosa y dignidad humana (2009), así como buena parte de sus abundantes artículos.
El debate sobre la fe y la ciencia atraviesa toda la historia del cristianismo, confirmando así el estrecho vínculo que une a estas dos formas de saber. En la modernidad, con la reducción de la ratio a razón instrumental, ambas han sido contrapuestas con frecuencia. Actualmente, el magisterio de la Iglesia y la teología, por un lado, y numerosos científicos «ilustrados», por otro, buscan un tipo de relación fundado en la articulación entre la fe y la ciencia, mediante un diálogo que haga posible la integración entre ambas. La autonomía, la distinción (no la separación) y la complementariedad (no la invasión del campo del otro) son los rasgos de una relación correcta y fecunda entre los saberes. Los papas y los teólogos del siglo XX han contribuido notablemente a este camino, sobre todo a través del concilio Vaticano II y de las intervenciones de Juan Pablo II. Con todo, una vez más, la aportación de Joseph Ratzinger, antes y después de ser elegido papa, es especialmente destacada. La obra que presentamos, tras una extensa introducción del doctor Umberto Casale, se divide en dos partes. La primera contiene una selección de textos clave procedentes de obras del teólogo bávaro escritas durante su largo período docente en las facultades de teología de las más prestigiosas universidades alemanas. La segunda recoge importantes discursos pronunciados por Benedicto XVI ante diversas instituciones eclesiales, en particular la Pontificia Academia de las Ciencias y el Pontificio Consejo de la Cultura. JOSEPH RATZINGER (1927) fue profesor de teología en las universidades de Bonn, Münster, Tübingen y Regensburg; arzobispo de München y Freising; desde 1981, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Fue elegido papa el 19 de abril de 2005 y adoptó el nombre de Benedicto XVI. La Editorial Sal Terrae ha publicado su libro Sobre todo, el amor: confiarse a Dios, confiar en la vida. "No existe otra alernativa: la razón y la fe, la ciencia y la teología tienen que volver a encontrarse en su autonomía, su distinción y su complementariedad, es decir, sin disolverse la una en la otra. Lo que está en juego no es la protección de ciertos intereses... sino el hombre mismo y el mundo". BENEDICTO XVI
Tiene el lector en sus manos una obra que intenta esclarecer, a partir de los documentos del Archivo Secreto Vaticano, la actividad de la Santa Sede durante la Segunda República y la Guerra Civil española. Dichos documentos demuestran que, durante un lustro, los partidos políticos más extremistas de derechas e izquierdas, contrarios a la legalidad constitucional, fueron creando un clima prebélico que llevó, inevitablemente, a la confrontación armada. Estamos, pues, ante la página más sombría de la historia contemporánea de España, pero así fueron los hechos y así hay que recordarlos, documentándolos con textos de la época, prescindiendo de interpretaciones tendenciosas y manipulaciones ideológicas.
Este libro está elaborado en dos fases: una serie de breves pensamientos escrita en prisión y publicada en su día, y una segunda fase que el autor concibió años más tarde, ya en libertad, cuando pudo consultar los textos bíblicos y del Concilio Vaticano II a los que se refería mien-tras escribía sus aforismos: se trata de un «comentario» primordial y explicativo al mismo tiempo. ¿Por qué este libro ahora? Por la oportunidad de releer y profundizar en el Concilio, tan actual a 50 años vista, y porque siempre necesitamos testigos y profetas de la esperanza que nos acompañen en nuestra vida personal y social. François-Xavier Nguyen Van Thuan fue obispo de Nhatrang (Vitnam) durante 8 años. En 1975, recién nombrado arzobispo coadjutor de Saigón, fue arrestado y pasó 13 años en la cár-cel, 9 de ellos en régimen de aislamiento. Juan Pablo II lo nombró presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz y posteriormente lo creó cardenal. Falleció el 16 de septiembre de 2002. Ciudad Nueva ha publicado varios libros suyos: Testigos de esperanza (2000), Cinco pa-nes y dos peces (2000), El gozo de la esperanza (2004) y Espera en Dios (2009), todos ellos reeditados varias veces.
La historia centenaria de la Mafia ítaloamericana, desde la Mano Negra de principios del siglo XX hasta el año 2013. Al Capone, Lucky Luciano, Bugsy Siegel, Frank Costello, Vito Genovese, Carlo Gambino, Sam Giancana, Tony Spilotro, Paul Castellano, John Gotti... todos los mitos de Cosa Nostra. El nacimiento de Las Vegas y las relaciones de los hermanos Kennedy, Marilyn Monroe, Frank Sinatra y otros muchos famosos con el mundo del Crimen Organizado. Una minuciosa obra de investigación basada en decenas de documentos desclasificados del FBI y con más de 600 fotografías. Eric Frattini, el autor, antiguo corresponsal de guerra, es experto en espionaje, terrorismo internacional y el Vaticano.
La fraternidad es una dimensión esencial del hombre, que es un ser relacional; sin ella, es imposible la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera (Francisco, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 2014). En este libro, premiado en Venezuela, el autor profundiza en la naturaleza de la paz como realidad teologal, buscando su fuente original en la vida de Dios Trinidad y en la Revelación. A continuación recorre el tema de la paz en la enseñanza y en la vida de la Iglesia, sobre todo después del concilio Vaticano II. Una vez asentados los fundamentos trinitarios, bíblicos y eclesiales, la última parte trata los aspectos concretos que en nuestra historia humana nos ayudan a ser constructores de paz. Al final, en apéndice, homilía del papa Francisco en la vigilia por la paz en Siria (7-9-2013).